Jamás dejaré de cuidarte, de quererte y de amarte,
ya que mi mayor miedo , es tener algún día que recordarte.
En la lejana penumbra,
un centinela de fuego otea con ojos altivos el campo abierto. Despavoridos se agitan los hombres de monte y vega, si alguna tarde perturban al centinela. |
El poder más peligroso es el del que manda pero no gobierna".