Et en aquel tienpo, cristianos que auie en la frontera ―caualleros fijos
dalgo et adaliles et almogáuares a cauallo et de pie― ayuntáronse en
Andúiar, ... et fezieron su caualgada contra Córdoua.
Todos somos barcos solitarios en el mar oscuro. Vemos las luces de otras naves, no podemos alcanzarlas, pero su presencia, la luz de estas luces y la situación trágica similar a la nuestra nos brindan un gran consuelo en nuestra soledad existencial (Irwin Yalom).
Gloria a los hombres valientes que se atreven a amar, sabiendo que todo esto llegará a su fin. Gloria a los locos que viven para sí mismos como si fueran inmortales: la muerte a veces se aparta de ellos. Eugene Schwartz.