Fui lo que nadie quería ser.

Fui  lo que nadie quería ser.

Marché donde nadie más quería ir.

Terminé lo que nadie más quería empezar.

Nunca pedí algo a los que nunca dan nada.

Miré al terror a la cara.

Sentí el escalofrío del temor.

Me regocijaron en momentos de amor.

Yo lloré, sufrí y tuve esperanza.

Pero sobre todo, viví esos momentos que otros dicen es mejor olvidar.

Cuando llegue mi hora,

 podré decir que estoy orgulloso de ser lo que he sido...,

un almogávar.

- venta de cautivas

Seis años de esta foto en la Venta de Cautivas de la Alcora.

LO QUE NO ES TRADICIÓN, ES PLAGIO.

- Puñalero

Puñal de puño de aliño.

Puñal de bruñido acero, 

orgullo del puñalero 

que te forjó y te dio bruño!… 

Puñal que en mi mano empuño,

 en cuyos fines estríes

 hay escritas cual rubíes 

dos frases cada cual más bella: 

“Si hay que luchar, no te enfríes.

 Si hay que matar… descabella.” 

Tú con tu lengua me llamas

 y deshaces mi congoja, 

pues teniendo yo tu hoja 

no he de andarme por las ramas.

 Penetra, puñal, en mí,

 llega pronto al corazón

 y a quien te pregunte, di 

que a pesar de su traición

 adorándola morí.”

 Pedro Muñoz Seca. 

. La buena esencia se guarda en cajas pequeñas

- recreación digital

- Mamás Canguros, colaboración

- La Promesa del Almogávar

Novela "La Promesa del Almogávar"

 de Francisco Oliver Jarque

Corona de Aragón, albores del siglo XIII. Desde el bastión de Teruel, último reducto cristiano del reino, el joven Diego de Marcilla parte a la nueva cruzada proclamada por el Papa. Su objetivo es cumplir una promesa de amor disponiendo de un plazo de cinco años con los que conseguir fortuna suficiente para ser aceptado por la familia de su prometida, Isabel de Segura. Cuando se adentra en el conflicto, acompañando a una de las temibles partidas de almogávares, mercenarios crueles y sin escrúpulos, descubre que la guerra y la intransigencia que conlleva, no son el medio más honesto para acceder a la mano de su amada. La promesa del almogávar es una novela histórica con la que el lector paseará por distintos escenarios, desde Occitania al Al Ándalus, será testigo de la Cruzada Albigense, conocerá a las Damas de “Las Cortes de Amor” y el mundo de los trovadores, tendrá acceso a las intrigas de los harenes califales, y vivirá en primera línea, junto a caballeros y monjes guerreros, batallas como las Navas de Tolosa o el desafío de Muret.

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- el hombre del cuadro

¡Oh, noche estrellada!

Así quisiera yo morir:

bajo la impetuosa bestia del nocturno manto,

succionada por ese dragón inmenso, para separarme

de mi vida sin bandera,

sin vientre,

sin llanto".

- Es locura

Dicen que la locura es ese estado 

en que la felicidad

 deja de ser algo inalcanzable.

- Banda

.¿La reencarnación existe?

.- 800 aniversario Batalla de Muret

. libro abierto

Libro abierto es mi vida,

listo estás para yo leer

Si tu quieres en el escribas

todo lo que te voy a querer..

- Luis de Bruignac

“Son almogávares de la Gascuña

que a Bruignac tienen por capitán;

son quimeristas, son embusteros;

y a la vez nobles, firmes y enteros.

Blasón viviente por doquier van,

son almogávares de la Gascuña,

que a Bruiganc tienen por capitán.

Ojos de buitre, pies de cigüeña,

dientes de lobo, fiero ademán;

cuando arremeten a la canalla,

no ciñen casco ni fina malla:

rotos chambergos luciendo van…"

- desde la torre

Si no siempre entendidos, siempre abiertos

o enmiendan, o fecundan mis asuntos;

y en músicos callados contrapuntos

al sueño de la vida hablan despiertos.

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Foto de Salva Antón

Tan sencillo

- receta de las almogávaras

INGREDIENTES

250 gr de agua

125 gr de mantequilla

150 gr de harina

4 huevos

Sal: 1/2 cucharadita de café

Una cucharadita de levadura Royal

Azúcar: una cucharadita y un platito para rebozar

Un chorrico de anís

.

"Se hierve el agua con el azúcar, la sal y la mantequilla.Echamos de una vez toda la harina y la levadura y retiramos del fuego. Se amasa con una cuchara de madera y se pone un huevo entero y se deshace con la cuchara dándole vueltas. Una vez integrado un huevo, el siguiente, así hasta integrar los 4 huevos a la masa más el chorro de anís. 

Con una cuchara grande se hacen montones en la bandeja del horno (con papel). Con el dedo untado de aceite se hace un agujero no muy grande, en el centro. Con el horno ya precalentado durante 10 minutos a 180 º, metemos la bandeja durante 30 minutos y con la opción de aire, a ser posible. Una vez horneadas se pasan primero por el plato de anís y por último, se rebozan con el azúcar"