Y sin temor; pues sufren á pié quedo
Con un semblante bien ó mal pagados.
Nunca la sombra vil vieron del miedo ,
Y aunque soberbios son , son reportados.
Todo lo sufren en cualquier asalto ,
Solo no sufren que les hablen alto.
Y sin temor; pues sufren á pié quedo
Con un semblante bien ó mal pagados.
Nunca la sombra vil vieron del miedo ,
Y aunque soberbios son , son reportados.
Todo lo sufren en cualquier asalto ,
Solo no sufren que les hablen alto.
siete vidas tengo, tengo siete vidas.
"Pasé por una cruzada y deseo que todos los señores feudales pasen por ella. Después de todo, un hombre está determinado por los hechos, no por las palabras. ¡Deus vult!" |
Rondaba con trece años,
y era un humilde pastor
guiando al monte mayor,
con un mastín, mis rebaños,
Cuando un hombre con redaños
Un almogávar guerrero
Me prometió mil dineros
si embarcaba en su tartana
a la guerra siciliana
y allí blandía mi acero.
Y así aprendí aquella canción...
Cubierto con pobre cuero
Y con un coltell armado
De avanzadilla mandado
Al grito ¡Dispierta Fierro!
Tan distinto al de un cencerro
era el ruido del metal
que servían de coral
a los gemidos de agonía
cuando el contrario moría
Resonando en mi tozal
Nunca olvidaré aquella canción...
Dispierta fierro, dispierta fierro
Me volví para mi tierra
con el combate ganado
y el soniquete grabado
de los muertos en la guerra.
Con mí ganado en la sierra
no la conseguí olvidar.
Fui, detrás mons Aralar
En busca de bruja artera
que supiera la manera
de aquel triste son borrar
No logre olvidar esa canción....
Y me dio la bienvenida
aquella vieja hechicera
Con advertencia severa
para sanar las heridas
que desata la pasión
Y del saber amuleto
Pero no tengo el secreto
que haga olvidar la canción...
Nunca olvidaras nuestra canción
Dispierta fierro, dispierta fierro
Como el Moncayo sople verás un bajel navegar;
surcando la tronada, su rumbo buscar.
Bajel de nubes negras, bajel almogávar
¡déjame ir contigo por el ancho mar!.
Ancho mar de sueños que juntos soñamos tú y yo
-romper siento sus olas en mi corazón-.
Pon rumbo a Neopatria, o lee en mis labios:
la patria que sueñas se llama Aragón.
Tienes nombre de río, pequeña nación
agua del Pirineo que al mar no llegó.
Encontraste tu lugar , una tierra a la que amar
y has llegado a olvidarte del mar.
Somos un pueblo de agua en un seco país;
abrazados a un río queremos vivir.
No veremos nunca el mar como no echemos a andar
""¡Desperta, Ferro !"", ¡Que te oigan
tronar!